jueves, 15 de mayo de 2008

¿Reinserción o fiesta de disfraces?


Creo que hoy en día disponemos sobradamente de ejemplos prácticos en que el principio de la reinserción social de elementos dañinos para la comunidad ha demostrado no funcionar correctamente. No sólo nos ha fallado el proceso y los medios sino también el propio concepto.

Para los españolitos que podamos leer esto, el concepto nos nace con la Constitución Española de 1978, como intención de que la privación de la libertad tenga como fin la transformación de los elementos de la sociedad que la dañen, al menos en algunos aspectos, en elementos respetuosos de sus normas.

De demostrar que el proceso establecido y los medios destinados a tal efecto han fallado ya se encargan las noticias, de forma mucho más habitual de de lo que nos gustaría.

En cuanto al propio principio de reinserción, la comunidad científica que nos hace el favor de estudiar a estos sujetos, ya se encuentra en disposición de afirmar en algunos casos, que hay individuos absolutamente incapaces de producir un cambio que no les es voluntario, por cuestiones que nuestras normas, en ocasiones, no contemplan. En estos casos la privación temporal de libertad puede ser la herramienta que necesitan para saber como engañar el sistema y burlar sus normas impune y legalmente.

Ante estos casos, en que sus autores demuestran una absoluta falta de empatía, aunque puedan ser plenamente conscientes de sus actos, no sabemos cómo actuar.

¿Podemos inducir a estas personas un comportamiento diferente? ¿Les consideramos enfermos? ¿No reconducibles? ¿Los encerramos? ¿Acabamos con sus vidas?

¿Actuaría yo mismo de igual manera si no pudiera intuir claramente el dolor que provocan mis acciones en el resto?

Si como parece, puede haber una base genética suficiente para esta incapacidad, estaríamos ante individuos totalmente al margen de nuestro sistema de reinserción, sin que, por el momento, podamos hacer mucho para ayudarles excepto seguir investigando.

Pero quizá si podamos hacer algo más inmediato para ayudarnos el resto… ¿o no?

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