A veces parece que no hay salida
cuando en realidad lo que ocurre
es que no sabemos buscarla.
Como olvidar la vez que estuve
en un laberinto de espejos,
como olvidar cuanto anduve
perdido entre sus reflejos.
Como olvidar la angustia
y ese nudo en la garganta,
que te nubla y ataranta
ocultando su salida.
Como olvidar la vez que estuve
en un laberinto de espejos.
Amigo si lees estas líneas
confundido, solo y triste,
hastiado de la vida
sin saber cuando te perdiste.
Escucha cuanto te digo:
que no hay puertas ni cerrojos,
sólo es que no ves la salida
por que has de cerrar los ojos.
2 comentarios:
...justo hace unos días hablaba yo de eso en uno de mis post...
...me encantan tus sinsentidos....voy a dar otra vueltecilla....
Lo sé, pues fueron tus palabras las que inspiraron las mías. :-)
Celebro que te gusten.
Está usted en su casa dama del Toboso.
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