martes, 27 de mayo de 2008
Decisiones, indecisiones e indecencias.
Creo que cuando no decides estás decidiendo. Eso sí, tranquila y serenamente, de forma controlada (o eso parece).
Primero listas lo objetivo en dos columnas desechando las emociones, y luego desechas cualquier resultado precisamente porque carece de ellas.
Definitivamente, temo más a mis emociones que a la probabilidad de sus resultados objetivos.
No hacer es lo mismo que hacer nada, de ahí la doble negación en "no hacer nada" para que parezca una tercera opción. Lamentable.
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12 comentarios:
Joder! juraría que he leído esto antes...
He de economizar esfuerzos. Como ves, necesito de todas mis energías para no decidir.
No se lo digas a nadie, pero dada su escasez, acostumbro a plagiarme en mis momentos más lúcidos, y como este lo has provocado tú. Gracias.
Pues sí. El no decidir es ya una decisión.
Y la emoción puede ser tanto signo de rechazo como de aceptación.
Sabias reflexiones las tuyas.
Un abrazo.
Así es. La emoción nos anticipa miedo o placer (aunque no por igual), sin ellas nos es simplemente imposible decidir.
Siempre es un placer recibir tus comentarios Ybris.
Te veo indecisa... ;)
No sé, Amelie, igual sí, o puede que no, o no tanto... o sí. ;-)
Tu extenso y razonado comentario en mi blog me trae de nuevo aquí a agradecerte tu enorme esfuerzo y el tiempo que me has dedicado.
Un abrazo.
Por favor Ybris, para mi es un placer leerte, y en definitiva han sido tus palabras las que han provocado la vorágine de las mías. Tambien yo agradezco tus paseos por aquí y tus opiniones.
Un abrazo.
Es como el delito de omisión , el resultado viene a ser el mismo que el de acción. pero con mas inri.
Un beso
Así es. No decidir es hacer, a veces incluso hacer mucho.
Un beso
Sí Churra, parece que estamos más acostumbrados a condenar la acción que la omisión.
Pues tambien yo lo veo así Libertad, se puede hacer mucho no decantándose por nada. Suena a apología de la dejadez.
Dos besos.
..lamentable pero cierto...así es la cosa, porque encima luego pasa factura.
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